
Ventanas Correderas
Una ventana corredera es aquella en que sus hojas deslizan sobre unos carriles, desplazándose a la izquierda o derecha para la apertura del hueco. Al contrario de las ventanas practicables, que se abren abatiéndose sobre las bisagras situadas en los laterales.
En las ventanas correderas, las hojas deslizan sobre el marco, ayudadas por un sistema ruedas que permiten un suave desplazamiento, por lo que siempre es imposible abrir la totalidad del hueco, ya que las propias hojas taparan una parte de la ventana.
Como hemos dicho las hojas de las ventanas se desplazan a izquierda y derecha, con lo cual quedan siempre situadas sobre el marco de la ventana. Por lo tanto en su apertura no invaden zonas interiores y no quitan espacio de la habitación. Se evitan también así posibles golpes de personas con las ventanas abiertas.
Las ventanas correderas por lo general son sistemas muchos más sencillos que una ventana practicable. Por lo tanto, los perfiles de marcos y hojas suelen ser más delgados, por lo que la superficie del vidrio es mayor. Permite por lo tanto este tipo de ventanas una mayor entrada de luz al permitir una mayor superficie acristalada para un mismo tamaño de hueco.
Los sistemas correderas tienen realmente su sentido de uso cuando se utilizan en puertas más que en ventanas. En puertas nos permite la instalación de grandes huecos, en los que la hoja se desplaza de forma fácil hacia un lateral para permitir el paso de las personas. En el caso de huecos grandes como sucede en las puertas, un sistema practicable puede que ocupe un gran espacio de apertura que lo haga no viable.